En busca de La Foto
Cargado originalmente por McKeyn
Como casi en todas las cosas de la vida, llega un momento en que en nuestra calidad de aficionados a la fotografía alcanzamos la madurez.
Nuestros primeros escarceos con esta disciplina se remontan a aquel día en que jugueteando con una compacta descubrimos que valía para algo más que para hacer fotos familiares. El gusanillo fue a más y por momentos nos creíamos los reyes del Mambo cuando nos salía una bonita foto de una flor o un atardecer. Tardamos poco en comprender que no habíamos descubierto las Americas, pues esas fotos eran, con pequeñas deferencias, las mismas que muchos habían hecho antes que nosotros. Llegados a este punto solíamos caer en la desilusión de ver que tras una sesión de doscientas fotos (por ejemplo) en el mejor de los casos podíamos aprovechar un par de ellas, y.. y…
A partir de este baño de realidad se nos presentaron dos caminos. Por un lado podíamos sucumbir a la desilusión, momento en el cual enterrábamos la cámara en un cajón del cual salía sólo en contadas ocasiones, en su calidad de máquina de fabricar recuerdos.
La segunda opción era seguir adelante y perseverar, partiendo de la base de que no éramos ni muchísimo menos los artistas que en algún momento quizás nos habíamos llegar a creer. Entonces se inició nuestro verdadero camino por la fotografía. Empezamos a preocuparnos por aprender y sobre todo descubrimos el verdadero disfrute de salir a “afotar”. Si además, lográbamos que de vez en cuando nos saliera una “cosita decente” eramos doblemente felices.
Mas en el fondo todos soñamos con encontrar nuestro particular Santo Grial, y plasmar en el sensor esa imagen que impresione y emocionante a nuestros semejantes. En el fondo, y es bueno que así sea, todos seguimos buscando La Foto.
Afortunadamente la fotografía es un arte y ni todos somos artistas ni una obra de arte se saca se la saca uno de la chistera cual conejo.
Pero, pensadlo bien, hay una recompensa mucho mejor: La Fotografía es una de las muletillas que tenemos para ayudarnos a transitar por el páramo.
Feliz fin de semana y felices fotos
Gracias por esta bonita reflexión sobre lo que se siente con una cámara. Conseguir emocionar a alguien o a nosotros mismos es una gran recomensa.
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